Esta semana el
Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria ha
conmemorado el décimo aniversario de su creación, en 2007,d con la presencia el presidente del Gobierno de Cantabria, Miguel Ángel
Revilla Roiz; el presidente del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC), Emilio Lora-Tamayo; el rector de la Universidad de
Cantabria, Ángel Pazos Carro y el director del IBBTEC, Piero Crespo
Baraja.
Además, entre las autoridades
asistentes también se ha contado con la presidenta del Parlamento de
Cantabria, Lola Gorostiaga; la consejera de Sanidad del Gobierno
regional, María Luisa Real, y de la segunda teniente de alcalde del
Ayuntamiento de Santander, Ana María González Pescador, así como el
director general de Sodercan, Salvador Blanco.
Por
parte de la UC, han acudido los vicerrectores de la UC, así como
decanos y el presidente del Consejo Social de la universidad, José Luis
Zárate; el anterior rector, José Carlos Gómez Sal; el director de
IHCantabria, Raúl Medina; el director del Centro Internacional Santander
Emprendimiento (CISE), Federico Gutiérrez-Solana, entre otros.
Tras
la bienvenida a los asistentes, el director del instituto, Piero
Crespo, ha destacado que «el IBBTEC nació con una vocación clara:
generar ciencia de excelencia, al nivel de los mejores centros
nacionales e internacionales y con un objetivo a largo plazo bien
definido: transferir los frutos de esa ciencia excelente al
contribuyente". «Creo –ha añadido Crespo– que estamos cumpliendo
sobradamente con estos objetivos, pese al momento que está atravesando
la ciencia española».
En este
sentido, el director ha recordado que «en estos diez años, hemos logrado
colocar el IBBTEC en el mapa de la biomedicina internacional. Tal y
como atestiguan nuestras publicaciones en las mejores revistas del
campo. Tal y como pone en evidencia, año tras año, nuestro factor de
impacto; comparable al de centros emblemáticos del CSIC, con muchísimos
más recursos que nosotros. Tal y como demuestra, nuestra capacidad para
competir y captar fondos, públicos y privados, de las más exigentes
fuentes de financiación, nacionales e internacionales, incluido
el elitista European Research Council (ERC). Tal y como verifica, la
constante afluencia a nuestros laboratorios de investigadores de otros
centros y países, para aprender lo que aquí hacemos y cómo lo hacemos».
Vocación de transferencia a la sociedad
El
rector de la UC, Ángel Pazos, tras agradecer al presidente del Gobierno
regional y al resto de autoridades presentes porque, ha dicho,
«atestigua el interés del Ejecutivo en la investigación y la ciencia», y
ha reconocido que «aún queda mucho camino por recorrer y reconocemos
que una parte de la responsabilidad es de los investigadores porque si
queremos que la sociedad valore la ciencia, lo que tenemos que hacer es
transmitir a la sociedad lo que se hace».
En
referencia a los orígenes, Pazos ha reiterado que hubo un elemento
clave: una enorme sintonía entre las tres partes (Gobierno de Cantabria,
CSIC y UC) para superar las diferencias de visión. Y de ello ha surgido
una «historia de éxito», pues, ha señalado, el «IBBTEC es un muy buen
instituto de biomedicina y biotecnología que genera empleo, que genera
publicaciones y que capta financiación tanto de convocatorias nacionales
como internacionales, que financian en torno a 50 puestos de trabajo».
Para
finalizar, el rector ha señalado la «lectura que se podría sacar de la
historia del IBBTEC» es, en primer lugar, que la necesidad de generar
cosas importantes requiere grandes acuerdos, grandes espíritus de
consenso y esto es algo que yo pediría que lo aplicáramos en el día a
día; en segundo lugar, que no existe ninguna contradicción en hacer
investigación de gran calidad y transferir, crear colaboración con las
empresas e, incluso, generar empresas. Y, en tercer lugar, que el
instituto surgió gracias a que en Cantabria se contaba con una gran
sistema de salud, un gran hospital, una gran facultad de Medicina y un
gran instituto de investigación clínica, el IDIVAL. «Ahora, tenemos que
conseguir fortalecer el trabajo en común, crear un auténtico ambiente y
entorno biosanitario», ha concluido.
El
presidente del Cantabria ha insistido en la necesidad de que la sociedad
de Cantabria conozca lo que los investigadores de la UC desarrollan
dentro de este edificio. «Estoy muy orgulloso de la Universidad de
Cantabria y de este instituto». La sociedad tiene que conocer, ha
señalado Revilla, que «aquí se están estudiando asuntos vitales para la
salud y esto es un lujo».
Como último
interviniente, Emilio Lora-Tamayo, presidente del CSIC en la
actualidad, y también en los años en que se fraguó el instituto de
biomedicina cántabro, ha dedicado su discurso a la ciencia biomédica y
biotecnológica de excelencia en España.
Lora-Tamayo
ha explicado que «hoy se da algo más que un simple acto de protocolo,
porque tengo una gran curiosidad ya que en el CSIC no tenemos ningún
centro clínico en y no es habitual que nuestros centros tengan una
vocación translacional como este».
«Nuestro
fin es la generación de conocimientos, pero en el área de biomedicina
no basta con saber más, porque que hay que curar más», ha afirmado el
presidente del CSIC y en el IBBTEC se viene haciendo esa traslación «desde sus inicios».