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(José Miguel del Campo)
La Universidad de Cantabria ha incorporado a su claustro académico a tres nuevos doctores “honoris causa”, los primeros ligados a la Facultad de Ciencias: el físico Antonio Hernando, la matemática Marie Françoise Roy y el ingeniero Mateo Valero, cuyas trayectorias científicas trascienden fronteras. El Paraninfo acogió el acto académico de investidura celebrado ayer, en un día que “será recordado en la historia de la UC”, según el rector.
José Carlos Gómez Sal presidió la ceremonia junto al presidente del Parlamento cántabro, José Antonio Cagigas, y la secretaria de Estado de Investigación, Desarrollo e Innovación, Carmen Vela. Tras la lectura del acuerdo de concesión del grado de “honoris causa” a cargo del secretario general de la Universidad, José Ignacio Solar, los doctores fueron investidos y sus padrinos, los profesores Luis Fernández Barquín, Tomás Recio y Ramón Beivide, narraron sus méritos en las respectivas “laudatio”.
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El primero en incorporarse al Claustro de la UC como Doctor Honoris Causa fue el físico Antonio Hernando, que tras una hermosa y profunda reflexión de Galileo “cuyo contenido subyace en toda actividad científica”, expuso su admiración y homenaje “a la matemática y en particular al número” y su admiración por la brillantez de algunos científicos actuales “con especial sensibilidad al número”. Al igual que Enrico Fermi, definió la Física como el arte de bien aproximar, habilidad innegablemente asociada con la más genuina inteligencia.
Pasión por las Matemáticas
La investigadora y matemática francesa, Marie Francoise Roy se convirtió ayer en la primera mujer a la que la Universidad de Cantabria concede este alto grado académico, entre los 22 entregados a lo largo de su historia.
Este dato fue especialmente resaltado por Roy que deseó “ que en un futuro, tanto en este campo como en todos los demás, exista una paridad más evidente entre hombres y mujeres que permita dar una imagen equilibrada de la excelencia, riqueza y diversidad de los talentos de la comunidad científica internacional ligada a vuestra prestigiosa institución”.
Habló de la relación, de los lazos que desde “hace más de 30 años, me unen lazos con la Universidad de Cantabria” y del “recorrido científico ha estado marcado por la gran aventura intelectual que fue la creación de una nueva disciplina matemática: la geometría algebraica real”, poniendo de manifiesto su pasión por las Matemáticas, “porque son seguras, todo funciona a la perfección si se respetan las reglas, son divertidas, casi un juego. Gracias a ellas, podemos prever fenómenos, actuar sobre ellos, nos proporcionan poder sobre la realidad; las matemáticas son emocionantes, producen una emoción estética, constituyen una vía hacia la contemplación. Sea cual fuera la manera, las matemáticas siempre caen bien”.
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Por su parte el profesor Mateo Valero articuló su discurso en cuatro partes “dedicadas a mi relación con la Universidad de Cantabria, a mi visión de la investigación, al objeto de mi trabajo y al centro que dirijo”.
Reivindicó “como Ramón y Cajal, la investigación de excelencia como indispensable para el desarrollo. Debemos buscar la excelencia en nuestra investigación y publicar en los mejores foros del mundo”, a la vez que apuntó la necesidad de "un Pacto por la Ciencia”. Habló finalmente del centro que dirige, el Barcelona Supercomputing Center, afirmando que “un país que no computa no compite”.
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Alto valor científico
Jose Carlos Gómez Sal, rector de la UC, cerró la ceremonia académica con un discurso en el que informó de la ampliación del crédito recogido en los presupuestos de este año para la Universidad de Cantabria en “algo más de dos millones de euros”. Esta medida –señaló Gómez Sal- acababa de ser aprobada por el Consejo de Gobierno celebrado esa misma mañana. El rector agradeció al Ejecutivo Cántabro su esfuerzo.
El rector resaltó a continuación la contribución de los homenajeados “al alto valor científico de la Física, la Matemática y la Informática en la UC”.
En especial, señaló a los dos españoles como claros ejemplos de que en España "se puede hacer ciencia de primerísima calidad y, a la vez, contribuir al desarrollo industrial y económico" y que la universidad española "debe estar preparada para la nueva concepción de la sociedad y de la enseñanza y para los nuevos modelos sociales y económicos que se acercan”.
De Antonio Hernando dijo que es “un eslabón indispensable de la escuela española de magnetismo que surgió en los años 20 con Blas Cabrera”, de la doctora Roy destacó su “labor de formación y colaboración, llevada a cabo con muchos de nuestros profesores” y de Mateo Valero, que es un claro ejemplo de que en España se puede hacer ciencia “de altísima calidad”. Gómez Sal manifestó el orgullo de la Universidad de Cantabria por que los tres “compartan aún más con nosotros su vida, su sabiduría y su conocimiento”.
Estamos llegando casi al momento de entregar el testigo a los que vienen, finalizó el rector, “hemos de reconocer lo mucho que se ha avanzado en ciencia en nuestro país y ahora tenemos una nueva generación, que no lo está teniendo nada fácil por las circunstancias reales y sobrevenidas, pero en la que ha prendido la llama de la ciencia”.
En la Universidad tenemos- afirmó- la obligación de seguir formando desde la reflexión a las nuevas generaciones e inculcarlas los valores de la ciencia y del saber, como nuestros maestros supieron también hacerlo con nosotros. “En este acto de hoy ese es el mensaje que hemos querido transmitiros y ha quedado claro que los nuevos Doctores Honoris Causa, los profesores Hernando, Roy y Valero a ello han dedicado su tiempo y su profesión”.
La ceremonia, que contó con las actuaciones musicales de la Camerata Coral de la UC y con la asistencia de profesores, autoridades académicas e institucionales, ha servido de homenaje a la Facultad de Ciencias, que ya cuenta con 40 promociones de físicos, 32 de matemáticos y 5 de ingenieros informáticos, con cerca de 2.000 egresados, y estrena este año el doble grado en Física y Matemáticas.
. Fotografías: José Miguel del Campo
Edición en pdf de los discursos de los nuevos doctores "honoris causa" (Editorial de la UC)
