La UC pone a prueba sus planes de autoprotección contra incendios
Todos los centros de la UC cuentan con un Plan de Autoprotección que incluye acciones formativas y pruebas de funcionamiento de los equipos de emergencia, tanto humanos como materiales
El Campus de Las Llamas de la Universidad de Cantabria ha sido escenario estos días de una serie de ejercicios de evacuación realizados en el edificio de Derecho y Económicas, en el edificio de Ingeniería de Telecomunicación y en el Pabellón de Gobierno.
Los simulacros forman parte de los Planes de Autoprotección de la Universidad de Cantabria frente a emergencias -cada edificio cuenta con un plan específico- y además incluyen:
estudio de los edificios, formación al personal universitario, tanto sobre
hábitos preventivos para que la emergencia no ocurra como de actuación en caso de incendio, y medidas para la
mejora de las instalaciones universitarias.
Reportaje
Los simulacros son “pruebas de fuego” –nunca mejor dicho- que permiten a los miembros del equipo de emergencia de cada centro poner a prueba sus reacciones y comprobar si los procedimientos y las medidas de seguridad (como detectores, alarmas o puertas de sectorización) son los apropiados. La jefatura de la emergencia corresponde a la dirección o el decanato correspondiente y el equipo está compuesto por personal propio del edificio específicamente formado y por el Servicio de Seguridad de la UC. Entre sus tareas está la llamada a los servicios externos de emergencia –sanitarios, bomberos, etc.-, el bloqueo de ascensores, la apertura de salidas y el desalojo completo y ordenado de todos los ocupantes.
Los Planes de Autoprotección de la UC se desarrollan en la
Unidad de Prevención del
Servicio de Infraestructuras y para ponerlos a prueba cuentan con la colaboración de los
Bomberos de Santander para valorar los ejercicios y del grupo de investigación de la UC
GIDAI, que estudia los comportamientos y flujos de gente en situaciones de emergencia.
Previamente a estas prácticas, se ha dado formación a los miembros del denominado
Equipo de Emergencia. Asimismo, una vez concluidos los simulacros, se analizan los resultados y las posibles mejoras que se puedan adoptar.
Por mostrar un ejemplo, solo en las Facultades de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales han recibido entrenamiento 80 personas. Aquí, y en Ingeniería de Telecomunicación, se trataba del primer ejercicio, por lo que se enfocó a modo de “entrenamiento”, se informó previamente a los ocupantes –PAS, profesores y estudiantes- y se les dio instrucciones de actuación.
En cuanto al Pabellón de Gobierno, no era la primera evacuación que se efectuaba y el equipo de emergencias ya había completado toda su formación, así que se llevó a cabo sin previo aviso a modo de “examen sorpresa”. Además se planteó con una dificultad añadida, bloqueando la puerta principal de salida y obligando a desviar a las personas hacia una salida secundaria. El resultado: un edificio asegurado y completamente vacío en menos de cinco minutos.
