María de los Ángeles Rodríguez dirige un máster de Género en la Escuela Nacional de Salud y ha participado en el curso 'Formación y sensibilización para la atención a la población refugiada' que se desarrolla en la sede de Laredo de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC). Durante el desarrollo del mismo ha explicado que "la incidencia de la violencia de género es enorme en cualquier contexto pero aumenta muchísimo más en los casos de mujeres refugiadas". Aseguró que "no sólo tienen el riesgo de sufrir violencia de género por el hecho de ser mujer, sino por el hecho de estar en situaciones delicadas como afrontar una guerra o atravesar una frontera".
Se calcula que "incluso el 100% de mujeres refugiadas sufre violencia de género", recordó la ponente. En el caso de las mujeres sirias, "ya allí en su tierra, seguramente hayan sufrido ataques porque están en situación de guerra", pero luego, en el camino y en la huída de su país, "nos encontramos con mujeres solas que, para pasar fronteras, muchas veces se ven violentadas no sólo por extraños si no, también, por personas que hacen con ellas el camino".
Bajo su punto de vista, "estamos abordando este asunto de muy mala manera porque no se atienden específicamente sus riesgos especiales" pero es que, recordó que "con la violencia de género tenemos una asignatura pendiente en general". "Hasta ahora ni siquiera se hablaba de violencia sexual" porque hay que recordar "que violencia de género sólo se considera a la que infringe la pareja".
El principal problema para atender este asunto, según María de los Ángeles Rodríguez, es que "el decreto 16/12 ha echado a estas mujeres del sistema sanitario. Están absolutamente fuera de todos los circuitos sanitarios y sociales organizados". A nivel sanitario "pueden recurrir a urgencias pero una persona que ha sufrido violencia sexual necesita algo más aparte de que le curen las heridas".
En el seminario, Rodríguez no sólo habló de violencia de género, sino también de la salud sexual y reproductiva de las mujeres refugiadas. Sobre esto, la experta aseguró que "es muy precaria. No están siendo asistidas adecuadamente ni están teniendo sus partos de manera controlada. Sólo cuentan con lo mínimo imprescindible en los lugares en los que se asientan".
La ponente también incidió en el incumplimiento que ha hecho Europa de sus promesas y recordó que "no hemos acogido ni a un uno por ciento del número de refugiados al que nos comprometimos a acoger". Explicó que ése también es uno de los problemas que hacen que la salud sexual y reproductiva de estas mujeres sea tan precaria ya que "en la mayoría de los casos sólo son atendidas por ONG's".
"Hay casos en las que sí son atendidas por los países de acogida, como en Grecia, pero Grecia estaba en una situación casi de quiebra", recordó, y añadió que "como el resto de Europa ha mirado para otro lado, la situación ha sido muy mala y no son bien atendidas ni siquiera en España donde están fuera del circuito".
