Ver lámina "Azucarillos Luis Quintanilla"
Dromedario se suma a la celebración de la Universidad de Cantabria con una edición de sobres de azúcar dedicada a la obra del pintor santanderino.
Hasta el gesto cotidiano de tomar un café puede constituir una buena ocasión de difundir y acercar el arte entre todo tipo de públicos. Por ello, la empresa Dromedario se ha sumado a la invitación de la Universidad de Cantabria para celebrar el Año Quintanilla, con la edición de una serie de sobres de azúcar que reproducen 16 obras del pintor santanderino.
Es una forma más de conmemorar el 75 aniversario de la realización de los cinco frescos del conjunto “Ama la Paz y Odia la Guerra” de Luis Quintanilla. Además de estas obras ??"“Huida”, “Dolor”, “Hambre”, “Destrucción” y “Soldados”-, los azucarillos dan a conocer los siguientes grabados y dibujos: “Saltimbanquis con cabra”, “Historia de las catedrales”, “Cafetería de Nueva York”, “Entrada en la celda”, “Cabeza de soldado”, “Ajuar del preso”, “Mujer Yahoo”, “The Burro”, “Diablo Gótico I”, “Retrato de Cervantes” y “Deer and fawn”.
El Vicerrectorado de Cultura, Participación y Difusión de la UC, a través de Campus Cultural y en colaboración con otras áreas universitarias e instituciones externas, está desarrollando un completo programa para celebrar el Año Quintanilla, con conferencias, debates y proyecciones en torno a la Guerra Civil, el exilio y el patrimonio histórico.
Murales protegidos
Declarado el pasado mes de junio Bien de Interés Cultural (BIC) por el Gobierno de Cantabria, el conjunto mural “Ama la Paz y Odia la Guerra” fue creado por Quintanilla con objeto de exhibirse en el Pabellón Español de la Exposición Internacional de 1939 en Nueva York. El artista se desplazó a la ciudad norteamericana para realizar estas obras, pero nunca llegaron a exponerse porque la Guerra Civil concluyó antes del comienzo de la muestra.
Durante medio siglo se les dio por desaparecidos, redescubriéndose en 1990 en la misma ciudad. En febrero de 2007 los murales fueron rescatados -comprados, trasladados a Cantabria y restaurados- por la Universidad, gracias al mecenazgo de Banco Santander.