1893: Nace Luis Quintanilla Isasi en Santander.
1903: La familia se traslada a vivir a Madrid. Él pasará temporadas en Santander.
1912-1915 y 1919-1922: Vive en París y se forma como pintor.
1924-1925: Viaja a Italia y aprende la técnica de la pintura al fresco.
1931: Vive de cerca la creación de la Segunda República española. Colaborará en calidad de fresquista y dibujante.
1938: Expone en Nueva York (NY) los dibujos hechos en el frente de la Guerra Civil.
1939. Enero: Vuelve a NY para pintar cinco frescos sobre los efectos de la contienda (Huida, Dolor, Hambre, Destrucción, Soldados), para representar a España en la Exposición Universal de ese año.
1939. Abril: Finaliza la Guerra, a escasas semanas de la apertura de la Exposición. El pintor y sus obras se quedan en NY.
1939. Noviembre: Expone los frescos y los bocetos en los locales de Associated American Artists.
1940: Los frescos son expuestos por segunda vez en NY. Se les pierde la pista.
1958: Abandona para siempre Norteamérica y se traslada a París.
1976: Regresa a Madrid, convencido de que muchas de sus obras, incluidos los cinco frescos neoyorquinos, fueron destruidas.
1978: Muere en Madrid, unas semanas antes de su proyectado regreso a Santander.
1990: Los cinco frescos reaparecen en NY, al desmantelar un cine porno que había sido antes sede de asociaciones de artistas antifascistas.
2005: El Paraninfo de la Universidad de Cantabria (UC) muestra las estampas y los dibujos de Luis Quintanilla que forman el legado de su hijo, Paul Quintanilla, a la Fundación Bruno Alonso.
2006: A raíz de la exposición, la UC capitaliza las gestiones que, sumando voluntades particulares a ambos lados del Atlántico, venían persiguiendo la recuperación de los frescos.
2007: En febrero los frescos llegan a Santander y son instalados en su emplazamiento definitivo: el patio cubierto del Paraninfo de la UC.
En marzo son presentados a los medios con los daños acumulados durante décadas de abandono.
Entre junio y agosto son restaurados por un equipo de la Universidad Politécnica de Valencia.
En octubre se presentan al público los frescos ya restaurados, tal y como habrán de verlos las generaciones presentes y futuras.