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29 JUNIO 2018
Cursos de Verano

Vivir la muerte acompañado y no en soledad, objetivo de los profesionales de cuidados paliativos

El especialista Julio Gómez Cañedo ha participado en la octava edición del seminario celebrado en Laredo dentro de Cursos de Verano UC

Hoy se clausura el curso 'Ver la vida como una película, elige tu final: una visión desde los cuidados paliativos' que ha tenido lugar en la sede de Laredo. En él ha intervenido Julio Gómez Cañedo, médico de cuidados paliativos del Hospital San Juan de Dios de Santurce.  "El objetivo del profesional no es que no le duela al paciente el hecho de morir o que no le duela al familiar el hecho de que se muere su ser querido, ese es un dolor inevitable y pretender evitarlo sería ingenuo, el objetivo es poder vivirlo acompañado y no en soledad".

El doctor explicó que para los profesionales de esta especialidad "los maestros principales son las personas a las que acompañamos". En ese sentido, recordó que "no es lo mismo morir que morirse". "El día que me toque ser un familiar de alguien que va a morir, espero haber aprendido algo", dijo, "lo cual no me debe quitar mi derecho a vivir mi dolor y vivir mi duelo".

Gómez Cañedo habló durante el curso de "las diferentes formas de acercamiento a la muerte" y "de las diferentes maneras de afrontamiento del final de la vida". "De todo el itinerario, desde el impacto inicial hasta el momento en el que la muerte llega y se hace evidente para la persona enferma y para su entorno". Para el profesional, "de alguna manera en este proceso de acercamiento, las tareas, las conversaciones y los diálogos deben facilitar el proceso de acercamiento a la muerte con la mayor serenidad posible".

"El día que me toque ser un familiar de alguien que va a morir, espero haber aprendido algo", dijo, "lo cual no me debe quitar mi derecho a vivir mi dolor y vivir mi duelo". 

En su intervención, el médico habló de que "a veces la familia y el enfermo no van a la misma velocidad en ese proceso de acercamiento a la muerte". Aseguró que "una de las tareas del profesional es trata de acompasar los ritmos o, al menos, comprender cuándo no están acompasados, para poder entender las dificultades de comunicación que pueden surgir, fruto de no estar en el mismo punto de aceptación de la enfermedad".

Julio apuntó que "a cualquier profesional sanitario, en algún momento, le va a tocar atender pacientes en situación paliativa aunque es cierto que hay situaciones más complejas, que van a requerir profesionales especialmente entrenados en la materia". Explicó que en esas ocasiones, "la complejidad de los síntomas, o bien físicos, o bien de índole emocional, social o espiritual, hace que este profesional, que tiene una formación básica en esa área, le desborde la situación y deba contar con un especialista en cuidados paliativos". Sin embargo, también aclaró que hay otros pacientes "que van a poder ser atendidos desde un enfoque paliativo por sus profesionales habituales sin necesidad de que intervengan especialistas en la materia".

Por otra parte, el doctor insistió en que "la muerte es un tema tabú del cual no se habla, no se dialoga y ha sido trasladada a los hospitales y luego a los tanatorios, lo más lejos posible del entorno habitual de la vida". Para Gómez Cañedo, "querer quitar de la vista la muerte, hacer como que no existe, a veces conlleva maneras de afrontamiento más complejas, que pueden ser de índole técnica llevando a esfuerzos terapéuticos que no son los adecuados porque no se termina de entender que la persona ha llegado al final y se ponen tratamientos que tal vez podrían haberse evitado".

Este especialista insistió en que "una persona que está muriendo debe poder hablar de lo que le preocupa y a veces nadie se atreve a entrar en esa conversación". Bajo su punto de vista "debemos recuperar la muerte como un hecho natural de la vida, no como algo distinto de la vida, para poderla vivir con más tranquilidad, con más serenidad, como hecho natural de la experiencia humana".

 

 




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