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Que el jabón y la higiene salvan vidas en medio de una pandemia como la que vivimos parece un consenso. Así lo refleja la Organización Mundial de la Salud en sus guías sobre limpieza de manos y el interés por este tema entre la población ha permitido predecir la velocidad de transmisión del coronavirus. Es por ese especial interés actual que la Universidad de Cantabria ha abordado la química que hay detrás de este producto cotidiano a través de un webinar divulgativo que tuvo lugar ayer.

Con él arrancó el ciclo “Más allá de la pandemia”, organizado por la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+i) del Vicerrectorado de Investigación y Transferencia del Conocimiento. La investigadora Raquel Ibáñez, catedrática del Departamento de Ingenierías Química y Biomolecular, guió a los 44 asistentes virtuales en un viaje por el “extraordinario resultado de un sencillo proceso químico”.

La responsable del grupo de I+D+i “Ingeniería de procesos sostenibles” empezó introduciendo el tema y explicando qué es en realidad un jabón. “Además de ser como la poción de Astérix, un arma poderosa contra los patógenos, es un producto químico” que “deriva de otras sustancias reactivas” y “para elaborarse deben seguirse unas pautas, producirse una reacción con unas condiciones y en equipos apropiados”. Esa química permite tener un producto que “en manos de otros profesionales -médicos, biólogos- es una excelente herramienta contra microorganismos patógenos”.

Raquel Ibáñez detalló la composición de los jabones, que tienen moléculas orgánicas (grasas o aceites) e inorgánicas (hidróxido de potasio o de sodio), y definió la reacción de saponificación, cuyo “secreto está en su estructura química”. En cuando al papel del jabón en la desinfección, señaló que la principal es el arrastre, gracias tanto a su parte lipofílica, que se acerca a la suciedad y la envuelve formando lo que se denominan micelas, como la hidrofílica, que es capaz de permitir que el agua se lleve esas micelas.

La segunda función del jabón es actuar directamente sobre los microorganismos, provocando la lisis celular o ruptura de la membrana que recubre sus células (y esto se puede hacer de muchas maneras, siendo el jabón solo una de ellas). A preguntas de los asistentes, la científica explicó cómo el coronavirus sigue esa pauta: tiene una capa lipídica que protege su material genético y en la que se insertan unas proteínas que son las que ayudan a infectar. “Cuando el virus está en nuestras manos no infecta, pero espera la oportunidad para entrar por sitios más vulnerables como las mucosas; si nos lavamos las manos, la cola hidrófoba del jabón rompe la capa del coronavirus y el agua se lleva los restos”.

Ibáñez repasó los tipos de jabones: entre los comerciales los hay duros como los de lavar y blandos como las cremas jabonosas, jabones de afeitar o pastas de dientes; según su acción pueden ser neutros (solo ejercen acción de arrastre) y antimicrobianos, con propiedades antisépticas. Y también hay diferentes por el tipo de grasa u origen: jabones de Castilla, de Alepo, de karité, de Marsella…

También comentó la diferencia entre jabones domésticos y soluciones hidroalcohólicas, que “no tienen nada que ver”. Estas últimas carecen de grasa y no tienen capacidad de arrastre, de limpieza, pero sí son agentes antisépticos y desnaturalizan las envolturas de los microorganismos, función no principal en los jabones e inexistente en los neutros.

En la parte final del webinar, la investigadora dio unas nociones sobre el proceso de fabricación del jabón, con sus diferentes etapas (saponificación, salado, cocción, amasado y moldeado), los reactivos que intervienen en cada una, los procesos que suceden y los productos específicos que se obtienen. “En nuestro laboratorio no trabajamos estudiando ni fabricando directamente los jabones, pero sí nos dedicamos al desarrollo de la tecnología que interviene”, apuntó Raquel Ibáñez.

#MásAlláDeLaPandemia

Las citas de divulgación virtuales continúan hoy, mañana y la semana que viene con temas tan interesantes como el equilibro entre economía y salud en tiempos de Covid-19, los estados de emergencia, los modelos matemáticos e inmunidad grupal, el mercado laboral, las vacunas o los drones inteligentes. 

PIES DE FOTO: un momento del webinar; y Raquel Ibáñez.