La Biblioteca UC suministra en 2020 80.000 documentos digitales más que en años anteriores
El uso del formato electrónico es siete veces superior al papel dada su facilidad para integrarse en la docencia virtual, con 600.000 descargas al año
Las estadísticas de uso de las obras y documentos disponibles en la Biblioteca de la Universidad de Cantabria (BUC) reflejan en cifras una realidad que la pandemia de Covid-19 no ha hecho más que acelerar e impulsar: se trata de un servicio cada vez más virtualizado, que actualmente proporciona siete veces más contenidos digitales que en papel. En 2020, primer año de pandemia, la BUC ha suministrado a sus usuarios en torno a 600.000 descargas de documentos electrónicos, 80.000 más que en años anteriores.
La directora de la Biblioteca, María Jesús Saiz Vega, explica que "en este año que ha sido tan difícil para todos hemos intentando que los universitarios, en sus diferentes etapas de formación e investigación, tengan toda la información y documentación que necesitan". Saiz Vega recuerda y agradece que hubo muchas editoriales que durante el confinamiento proporcionaron sus contenidos gratuitamente, pero además la BUC ha hecho un esfuerzo para aumentar su catálogo en formato electrónico, disponiendo actualmente de 179.420 títulos de libros (en 2019 eran 117.787), 58.551 revistas (en 2019 eran 48.960) y 521 bases de datos (en 2019 eran 496).
Digital vs. papel
Se trata de una tendencia "que ya venía de antes", explica la directora del servicio, muy volcado en el suministro de información electrónica porque el mundo de la investigación y la docencia universitaria lo demanda. "En este momento el uso de este formato es siete veces superior al papel y podemos decir que somos una biblioteca digital", afirma María Jesús Saiz Vega. Los motivos van muy ligados al incremento en la provisión remota de servicios y a que la docencia cada vez se apoya más en contenidos virtuales. "Esta documentación es muy fácil de integrar en el material docente y en los módulos de aprendizaje", comenta al hablar de las ventajas que aporta.
En el otro lado, "el uso de obras impresas va teniendo desde hace unos años un descenso paulatino y constante". Según la directora de la Biblioteca, "el de este año pasado ha sido, evidentemente, muy brusco", con unos 35.000 préstamos menos que en 2019. Durante meses la consulta en sala ha estado cerrada y hoy en día está muy limitada, ya que tiene que intermediar el personal. "En algunas disciplinas ha sido un problema y el papel sigue siendo necesario en algunos casos, pero en el contexto académico es cada vez menos relevante", explica.
PIES DE FOTO: María Jesús Saiz Vega,
directora de la BUC. / División biblioteca del Interfacultativo.
