La gestión forestal es la “única posibilidad” de atajar los incendios de sexta generación, según José Sierra (aGOa)
Suances acoge un curso de verano sobre los delitos medioambientales en España
La gestión forestal es la “única posibilidad" de atajar los incendios de sexta generación, cuya peligrosidad reside en que son capaces de generar su propio tiempo atmosférico alrededor de ellos. Sobre esto hablará el periodista especializado en medio ambiente José Sierra, coordinador de la revista aGOa, durante su participación en el monográfico Delitos contra el medio ambiente en el actual contexto nacional español. Un curso de verano de la Universidad de Cantabria (UC) que se celebra estos días en Suances y donde se abordan todas aquellas intervenciones penales que se vienen llevando a cabo en pro de la protección del medio ambiente y el urbanismo en España.
Sierra ha destacado que estos incendios se caracterizan por su gran virulencia, ya que “son capaces de consumir hasta 10.000 hectáreas en apenas una hora", pero lo peor es que adquieren una complejidad tal que incluso la gente que se dedica a la extinción de incendios los considera como fuera de toda capacidad de extinción.
“El incendio se apaga, bien porque cambian las condiciones meteorológicas, bien porque llega a algún lugar donde ya no hay vegetación para arder. Es decir, que por muchos medios que tengamos, por muchos medios que se desplieguen, no hay nada que hacer y te lo dicen los propios bomberos, que fueron los primeros en dar la voz de alerta sobre ese tipo de incendios", afirma el periodista.
Por ello, Sierra ha incidido en que hay coincidencia entre los expertos de que la única forma de atajarlos es con una mayor gestión forestal, ya que la que se ha realizado hasta el momento es “claramente insuficiente" para la potencia y la virulencia de estos siniestros.
“Va a ser necesario mucho consenso, entre las propuestas de los especialistas y la respuesta que vayamos a dar como sociedad, creo que queda un largo camino, pero fundamentalmente tienen que cambiar muchas cosas. Y esa política, esa gestión forestal de los montes, similar un poco a la que antes se daba cuando nuestros antepasados todavía vivían en estos bosques y sacaban provecho de ellos, ese tipo de gestión probablemente provoque algún roce con cierto ecologismo. Va a ser complicado, pero creo que es necesario e imprescindible acometer esa gestión por parte de los poderes públicos, pero también por parte de los particulares y propietarios forestales", ha subrayado.
Respecto a estas políticas, el ponente ha puesto en valor que hay organizaciones como la Pau Costal Foundation que abogan por la necesidad de gestionar anualmente al menos el uno por ciento de la superficie forestal a nivel nacional, para preparar el territorio y que sea capaz de encajar y de asimilar estos grandes incendios forestales.
EL MITO DEL INCENDIARIO
Sobre los incendios provocados, Sierra ha dicho que es uno de los muchos mitos que rodean el tema de los incendios. En su opinión, aunque hay siniestros provocados y vinculados al pastoreo, la mayoría de los incendios de origen humano son “negligencias de agricultor de fin de semana, persona que tiene que quemar o que cree que tiene urgencia en quemar, y aprovecha el sábado y domingo para quemar los restos de poda y los restos del huerto".
Sin embargo, pare él la figura del incendiario es un poco un mito, un mito que viene muy bien a veces para la inacción y a veces para que los políticos, inmediatamente después de que se declare un incendio, se desmarquen de cualquier responsabilidad: “Ha sido un incendiario, como si eso les eximiera, pero la realidad es mucho más compleja y la realidad de las causas también".
No obstante, Sierra ha comentado que muchos de estos grandes incendios están provocados por tormentas, especialmente en el litoral mediterráneo, donde los rayos suponen “casi la principal causa de incendios", sobre todo en el caso de los grandes incendios de sexta generación. Además, ha señalado que la Fiscalía investiga muy bien los casos en los que intervienen incendiarios.
DELITOS AMBIENTALES
Por otra parte, Sierra ha destacado el papel de la Fiscalía en la persecución de los delitos ambientales: “Ha tenido un papel capital en la definición de ese delito medioambiental, pues lo que empezó casi como solo un enunciado en el código penal, hoy en día tiene una gran relevancia".
Los delitos forestales son uno de los más perseguidos, pero no los únicos. Vertidos industriales, emisiones de efecto invernadero, daños al patrimonio histórico, malos tratos a los animales domésticos, el urbanismo, la protección de especies en peligro de extinción o el comercio ilegal de las mismas también serán objeto de análisis durante el curso de verano de la UC Delitos contra el medio ambiente en el actual contexto nacional español.
En este monográfico intervendrá además Manuel Planelles, periodista de El País, que abordará la problemática del tráfico de especies en peligro de extinción como las anguilas, un delito ampliamente perseguido por el SEPRONA. El periodista explicará cómo hay redes que se dedican a su captura en los ríos españoles y su traslado a China, donde su carne es muy valorada. Allí, las sueltan en arrozales para su engorde y luego las venden por un precio muy elevado.
Planelles también expondrá los resultados del sexto panel del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), celebrado recientemente y que alerta sobre el calentamiento global, y hablará de la necesidad de eliminar lo antes posible los combustibles fósiles, un cambio que pasa necesariamente por aumentar la producción de energías renovables en España, y de cómo esto está provocando tensiones en diferentes sectores como los agricultores o los ecologistas.
PIE DE FOTO. Foto de archivo de José Sierra. // Inauguración del curso de verano de la UC Delitos contra el medio ambiente en el actual contexto nacional español que tiene lugar en la sede de Suances.