Impetus4Change, en el que participa el IFCA, ofrecerá información sobre el cambio climático para tomar decisiones informadas
Enmarcado en el programa Horizonte Europa, toma como modelos Barcelona, Bergen, París y Praga
Con el objetivo de apoyar decisiones informadas sobre la adaptación y planificación para hacer frente a los impactos del cambio climático, nace
Impetus4Change (I4C). Se trata de un proyecto de investigación enmarcado en el programa Horizonte Europa y en consonancia con la misión para lograr una "Europa preparada para el clima y resiliente" en 2030. En él trabajan expertos en clima, entre los que se encuentran investigadores del Grupo de Clima y Ciencia de Datos, y el Grupo de Computación Avanzada y e-Ciencia del Instituto de Física de Cantabria (IFCA, CSIC-UC), que buscan mejorar la calidad y accesibilidad de la información climática en ciudades y regiones, para mitigar los efectos del calentamiento global, usando como modelos de estudio las ciudades de Barcelona, Bergen, París y Praga, que sirvan de aplicación en otras zonas urbanas.
Los datos obtenidos de las cuatro ciudades, como por ejemplo datos históricos, o episodios climáticos y meteorológicos extremos y sus consecuencias, se usan para crear modelos productivos más eficientes y mejorar la anticipación ante futuros acontecimientos adversos.
“Los grupos de Clima y de Computación del IFCA trabajan de forma conjunta para dar predicciones climáticas en los próximos 20 o 30 años", explica Jesús Fernández, investigador en el Grupo de Clima del IFCA (CSIC). “Es un problema de predicción del clima, y se mezclan diferentes escalas temporales, desde la estacional, que sería predecir el tiempo de la próxima estación, hasta proyecciones climáticas, y la idea es combinar esta información para transmitirla a distintos usuarios".
“Hay muchos investigadores del ámbito de las ciencias sociales involucrados en el proyecto, y la idea es precisamente coproducir esa información climática, no solo darles los resultados de los modelos, sino ver cómo explicar correctamente y mezclar la información de diferentes fuentes de forma que sea útil para aplicaciones concretas", afirma el investigador del instituto cántabro.
El Grupo de Clima trabaja en la parte de regionalización, es decir, “transformar la información que nos dan los modelos globales", una información que necesita ser refinada, lo que se conoce como regionalizar, para adaptarla a la escala regional y local, “y lo hacemos tanto por vías estadísticas, como con modelos numéricos, y aplicando emuladores que utilizan técnicas de inteligencia artificial (deep learning)", explica Fernández.
Información en abierto y gratuita
Toda la información obtenida se incorporará a un espacio de datos, dentro de la nube europea de ciencia abierta (conocida como EOSC en sus siglas en inglés), para que esté disponible de forma abierta y gratuita para toda persona interesada. “El proyecto está muy orientado a la sociedad, la idea es dar información útil a los usuarios, hacemos ciencia básica con modelos, pero la idea es que llegue a los que hacen la política a escala de municipios, sobre todo", sostiene el investigador del grupo de Clima.
Las cuatro ciudades del estudio presentan diferentes tamaños, geografía, clima y condiciones socioeconómicas y culturales, y por tanto, cada una de ellas afronta unos retos diferentes en cuanto al clima y el calentamiento global. Trabajando en colaboración con ellas, Impetus4Change investiga, valora y evalúa el potencial de las diferentes estrategias de mitigación en cada contexto urbano, para su futura aplicación en otras ciudades análogas. “La idea es transformar esos datos climáticos en información y conocimientos adecuados a sus necesidades", explica Fernández.
La información servirá así para mejorar la preparación ante fenómenos climáticos futuros, manteniendo informados, no sólo a los tomadores de decisiones, sino a los ciudadanos y las partes interesadas, y poder planificar medidas.
El siguiente paso de Impetus4Change será identificar a usuarios y actores clave, y a empresas o sectores interesados, para perfeccionar los objetivos. Así el equipo científico será capaz de desarrollar servicios más inclusivos que respondan a necesidades reales, y evaluará a cada actor potencial en función de su influencia, poder, la urgencia de mitigación, etc.