“Las pruebas apoyan el papel del arte rupestre como sistema de comunicación visual en las sociedades del Paleolítico Superior”, ha enunciado Diego Gárate
El profesor del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria inauguró el pasado lunes el ciclo de conferencias en Ramales con su ponencia sobre las novedades del registro de arte rupestre
Diego Gárate, profesor contratado doctor del Instituto Internacional de Investigaciones Prehistóricas de Cantabria (IIIPC), inauguró el pasado lunes su ponencia 'Sumando más piezas al puzzle: novedades recientes en el registro del arte rupestre paleolítico de la península ibérica' el ciclo de conferencias en Ramales, sede de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria, que se prolongará hasta mañana en el Salón de Actos de la Fundación Orense a las 20.00 horas y mantendrá su temática vinculada al Paleolítico igual que el curso.
“Hay una gran variedad de tipos de cuevas y de motivos por el que se descubre su arte parietal, será luego ya cuando cada una aporte un repertorio gráfico más o menos extenso", apuntaba Diego Gárate, antes de iniciar la enumeración de las novedades como El Rejo o Solviejo. En el caso de Cantabria, se han detectado cuatro conjuntos parietales inéditos en la comunidad autónoma: figuras de animales (ciervos) en trazo tamponado y puntuado en la cueva de El Rejo, en Val de San Vicente; trazos puntuados y manchas de color en la cueva de Las Graciosas, en Medio Cudeyo; motivos geométricos y trazos digitados en la cueva de Los Murciélagos, en Entrambasaguas; y grupos de puntos y grandes motivos geométricos cuadrangulares en la cueva de Solviejo, en Voto.
El proyecto que recoge a estas nuevas localizaciones es mucho más amplio, se centra en la documentación de conjuntos parietales inéditos de posible cronología paleolítica en varias cuevas de Cantabria, una iniciativa propiciada por el hallazgo, de la cueva Áurea en el municipio de Peñarrubia. Desde hace años se conocían diversos indicios sobre la existencia de pinturas rupestres, en su mayoría, de color rojo, que parecían haber sido ejecutadas en tiempos paleolíticos, pero hasta ahora no se había diseñado y acometido un proyecto de investigación arqueológica orientado a la documentación y estudio de las mismas. Gárate, no solo se centró en Cantabria y siguió repasando toda la cornisa cantábrica con Aizbitarte o Atxurra, donde “existe una planificación previa a la producción artística, tanto en lo que se refiere a los aspectos iconográficos, como a su ubicación, y a los sistemas de iluminación", indicó el ponente. Estas pruebas apoyan el papel del arte rupestre como sistema de comunicación visual en las sociedades del Paleolítico Superior" como explicó Diego Gárate, que dirigió el proyecto.
Pie de foto: Diego Gárate durante su ponencia 'Sumando más piezas al puzzle: novedades recientes en el registro del arte rupestre paleolítico de la península ibérica' que inauguró el ciclo de conferencias en Ramales.