César Ruiz: “Se llaman lenguas clásicas, precisamente, por tener un carácter universal que no perece con el tiempo”
El profesor del I.E.S. Montesclaros dirige el monográfico ‘Scholae cantabricae vivae latinatatis eta graecitatis’ que forma parte de la oferta de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria en Laredo
Muchos docentes de lenguas clásicas han percibido la desconexión entre la asignatura que imparten y el alumno que la recibe. Por esta razón, se está llevando a cabo desde hace poco tiempo un cambio de metodología. Así, se van abandonando los tradicionales ejercicios de traducción para abordar el latín a través de otras competencias como la oral, auditiva y de producción escrita. Este cambio de paradigma responde a razones metodológicas, pues el aprendizaje por competencias resulta más efectivo y los libros de texto en esta línea de trabajo son mucho más coherentes y progresivos. Especialmente para los docentes de lenguas clásicas supone un gran desafío este cambio, ya que requiere adquirir unas competencias que están fuera de la enseñanza reglada del latín y del griego.
El curso 'Scholae cantabricae vivae latinatatis eta graecitatis' que dirige César Ruiz, profesor del I.E.S. Montesclaros, ahonda en estos nuevos métodos con un monográfico que tiene lugar en la Escuela Oficial de Idiomas de Laredo, sede de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria hasta el mañana miércoles. Con la colaboración de la Asociación de Profesores de Latín y Griego de Cantabria, el Ayuntamiento de Laredo y la Dirección General de Universidades y Política Universitaria del Gobierno de Cantabria, el objetivo pasa por iniciarse en el latín hablado trabajando todas las competencias (hablar, escuchar, escribir, leer) y descubrir nuevas técnicas para usar el método natural en el aula y la forma más apta de acercarse a autores fuera del canon escolar habitual.
El latín y el griego “son las dos leguas que han marcado la civilización occidental", apunta César Ruiz, el director del monográfico, “son lenguas de humanismo y con esa presentación entran perfectamente dentro de un curso de verano". A pesar de haber caído en desuso, las lenguas clásicas siguen siendo la fuente de raíces de muchísimas palabras y, por supuesto, también siguen contribuyendo a crear nuevos vocablos. “Su continuidad está ahí, a lo largo de toda la historia, no solo han sido lenguas de humanismo también lo han sido de referencia, de poder, de educación y sigue ahí en las pequeñas y las grandes cosas en el mundo académico o en el arte", enumera el director del curso que se aproximará a figuras como Virgilio o Aristóteles. “Son lenguas clásicas y se llaman así precisamente por tener ese carácter universal que no perece con el tiempo". El estudio de estas lenguas sirve para conocer los orígenes del español y de la sociedad, además de entrenar la mente y fomentar el pensamiento crítico, la memoria o el análisis.
Pie de foto: Foto de familia de ponentes y alumnos.