“Cantabria tiene mucha superficie forestal sobre el mapa, pero de bosque adulto vamos mal”, avisó Diego de Vallejo
La charla del ingeniero forestal y educador ambiental puso el punto final a la programación estival de la UC en Santa Cruz de Bezana
La programación de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) en la sede de Santa Cruz de Bezana llegó ayer a su final con la clausura del curso 'Robótica emocional: trabajando las emociones en el aula a través de las competencias digitales', impartido a lo largo de esta semana en las instalaciones de la Escuela Municipal de Robótica de Soto de la Marina, y con la conferencia 'Tipos de bosques de Cantabria' del ingeniero técnico forestal y educador ambiental, Diego de Vallejo en el Aula Ambiental Costa Quebrada de este municipio.
La charla, con un enfoque didáctico y dirigida a un público eminentemente familiar, comenzó con un recorrido por los diferentes bosques de Cantabria para, “de forma muy amena, como un cuento, enseñar a distinguir qué cuatro o cinco tipos de bosques hay en la región y cómo es el paisaje y su relación con las plantas en cada uno de ellos, teniendo en cuenta que un bosque es un ecosistema en equilibrio", explicó este educador ambiental.
De esta manera, se repasaron las características específicas del encinar cantábrico costero, del bosque de ribera, de los hayedos y de los robledales. Y es que, según detalló De Diego, “cada bosque tiene sus propios mecanismos para autoregenerarse". Así, explicó a los asistentes cómo dentro de cada uno de estos ecosistemas hay animales que se encargan de derribar árboles; que hay árboles que no pueden crecer si no se derriba otro ejemplar adulto; o que existen plantas que tienen vitaminas en sus frutos que atraen a los animales para que éstos se los coman y las dispersen después con los excrementos.
De Diego aseguró que “a veces sabemos más de los ecosistemas africanos con gacelas y leones, o de las selvas del Amazonas, por los reportajes en televisión, que de los cuatro tipos de bosques que tenemos aquí en Cantabria". Y en este sentido lamentó el desconocimiento general de lo que es un encimar cantábrico “a pesar de que Bezana está lleno de encinas", apuntó.
Sí quiso dejar claro que “una cosa es un bosque, y otra es la superficie forestal". Así, explicó que en superficie forestal “en Cantabria vamos muy bien sobre el mapa", pero que se trata en muchos casos de zona de matorral". Por contra “de bosque adulto vamos mal, por muchos motivos, entre ellos por los incendios", dijo.
Dirigiéndose principalmente a los asistentes más jóvenes a la charla y a las familias, Diego de Vallejo repasó algunos de los mejores bosques de Cantabria, como por ejemplo Monte Hijedo “poco conocido porque pilla más a desmano, y la gente va poco". O los parques naturales de Cantabria, donde todos tienen, dijo, “algún rincón bonito que no siendo un bosque primigenio sí se le parece bastante".
Respecto a los parques naturales sí citó el de Ucieda “donde tenemos zonas buenas, aunque ahora con esta tendencia del turismo ambiental, están muy sobreexplotadas y a veces pasear por este espacio es como irte a la Casa de Campo de Madrid", ironizó, a la vez que echó parte de la culpa de esta masificación a las redes sociales “que no han ayudado mucho".
En este mismo sentido, citó el monumento forestal de las secuoyas de Cabezón de la Sal, tan de moda actualmente. Un espacio que, insistió una y otra vez, “no es un bosque, sino una mera plantación de una única especie", por lo que no cumple con la premisa que define a los bosques, la de ser un ecosistema en equilibrio. Y lamentó que “a los niños en Primaria se les esté explicando en clase lo que es un bosque, y que después la excursión de fin de curso sea al 'bosque' de secuoyas de Cabezón de la Sal, con lo que todo lo que se les ha explicado en clase se pierde y desaparece", dijo. “Como las secuoyas salen en Star Wars, se concibe como algo bonito y lo llamamos bosque, pero no es así ni mucho menos", dejó claro.
Pie de foto: Diego de Vallejo corrió a cargo de la conferencia ‘Tipos de bosques de Cantabria’.