“Intentamos acercarnos nosotros a la gente porque no podemos estar siempre pidiendo que lo hagan ellos”, enuncia Soraya Hidalgo
La directora de la sede de Laredo destaca la democratización del conocimiento. “Sacamos las aulas a la calle para que todos las disfruten y aprendan con ello, no son solo para los universitarios”
La relación histórica de Laredo con los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) convierten a esta villa marinera en uno de los principales ejes de la programación estival. Soraya Hidalgo cumple su segundo año como directora de esta sede en una localidad que la ha visto crecer. “Es una cosa maravillosa poder ofrecer parte de mí a mi villa. Dirigir la sede de Laredo y ser pejina me ofrece la posibilidad de trabajar por mi pueblo".
-¿Qué valoración hace de la programación que ha ofrecido Laredo?
-Con respecto a los cursos monográficos es muy positivo. Se propusieron 17 cursos y todos salieron adelante. Además, hemos crecido en alumnos en relación a la edición del año pasado. Si en 2023 hubo 288, en 2024 se han alcanzado los 352 matriculados. Hemos tenido cursos en los que fue necesario ampliar la matrícula y en algunos casos hubo lista de espera. Viendo los resultados, no cabe duda de que las temáticas fueron muy aceptadas. En cuanto a las actividades culturales sucede lo mismo. Solo hay valoraciones positivas tras reunir a un mínimo de 100 personas tanto en las conferencias como en los talleres.
-¿Dirigir una sede histórica como es Laredo supone un reto mayor?
-La dirección de las sedes va en la misma línea. Aunque Laredo sea la más grande, nosotros trabajamos como equipo de cursos de verano, dirigidos por Tomás Mantecón Movellán y Raquel Gómez López. Todos tenemos un objetivo común que es cubrir la demanda social e intentamos estar pendientes de los temas de más actualidad para mantener una oferta atractiva e interesante que atraiga al mayor número de alumnos. La idea es mantener lo que funciona y acércanos cada vez más a la sociedad con nuevas ideas. Es importante renovarse e innovar, pero manteniendo lo que funciona y la esencia de los cursos de verano, basándose en el rigor académico.
-Como pejina, ¿qué significa dirigir la sede de su localidad natal?
-Este es mi segundo año en Laredo como directora de sede y estoy muy contenta como pejina. Ser la directora de sede de mi villa es una cosa maravillosa, ya que puedo ofrecer parte de mí a la localidad que me ha visto crecer y en la que vivo. Me ofrece la posibilidad de trabajar por mi pueblo y eso siempre es enriquecedor.
-En esta edición han optado por sacar el conocimiento a las calles, a los bares… ¿Qué tal la experiencia?
-Intentamos acercarnos nosotros a la gente porque no podemos estar siempre pidiendo que lo hagan ellos. En los cursos de surf, por ejemplo, estuvimos en el puerto y en la playa. Es una forma de atraer a un público más joven y conectar con adolescentes o gente que no nos conoce como una alternativa de ocio y aprendizaje. Hemos salido a los bares con la poesía o el repaso a los libros prohibidos y se han creado ambientes superbonitos. Todo pasa por sacar el conocimiento a la calle y, al final, el público responde.
-Es muy importante ese cambio de enfoque. El acercarse y no esperar a que lo hagan ellos.
-Al final es costoso porque estamos en Laredo y hay playa, por lo que tenemos un competidor muy duro ahí, ya que si sale el sol suele ser la primera opción de ocio. Así todo, sacamos las aulas a la calle para que todos las disfruten y aprendan con ello; no son solo para los universitarios ni para los mismos de siempre. Los cursos son para aprender, disfrutar y conocer gente con tus mismos intereses y afín a ti.
Pie de foto: Soraya Hidalgo posa en la Casa de Cultura Doctor Velasco de Laredo, sede de todas las conferencias programadas en la villa marinera.