“No hay mejor escenario para hablar de la Prehistoria que Ramales. Llevamos 17 ediciones y la intención es seguir sumando”, asegura Igor Gutiérrez
El director de la sede ramaliega de los Cursos de Verano de la localidad valora como un “éxito rotundo” la programación, con un curso en el que “tuvimos que ampliar el número de matriculados”
Covalanas, El Mirón o Cullalvera son algunos de los nombres que certifican la estrecha relación entre Ramales de la Victoria y la Prehistoria. La sede ramaliega que dirige Igor Gutiérrez está especializada en los albores de la historia y celebra ya 17 ediciones. “No hay escenario mejor para hablar de Prehistoria que Ramales". La programación de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) ha “superado todas las expectativas iniciales que teníamos", con una temática que ha girado en torno al simbolismo, el arte y la comunicación durante el Paleolítico.
-¿Qué valoración hace de la programación de sede?
-El curso ha sido todo un éxito. Hemos tenido que ampliar matrícula y, desde luego, hemos superado las expectativas iniciales. Además, el público estuvo volcado con el curso e interesado también en las conferencias, que contaron con una gran afluencia y en las que se participó con preguntas de mucho nivel.
-¿Por qué es necesaria una sede específica para esta temática?
-Cantabria es un lugar con una cantidad de pinturas rupestres muy interesante gracias al gran número de yacimientos que tenemos, así que empezando por ahí ya hablamos de un sitio propicio. A ello se añade todas las cuevas que tiene Ramales y los trabajos que se llevan haciendo en las últimas décadas. Sinceramente, creo que no hay un escenario mejor para hablar de Prehistoria. Además, todo el pueblo y las Instituciones están muy volcados con esta temática y en colaborar tanto con los monográficos como con todo lo que necesitemos.
-Arte, simbolismo y comunicación en el Paleolítico. La elección del tema ya invita al debate.
-El tema del simbolismo y del arte tanto aquí, en toda la Península Ibérica, como en el resto del mundo, a nivel general, es un tema bastante controvertido y complejo, pero muy bien aceptado. Hay aspectos de la Prehistoria que sí podemos probar con relativa facilidad, pero si lo hacemos ciñéndonos al mundo de las ideas o de los símbolos, las propuestas se quedan en hipótesis. Hay áreas de estudio como el arte rupestre que hacen que este tema sea muy atractivo para el público. Luego hay otros debates, como sucede con las diferencias entre el simbolismo de los neandertales y de los homo sapiens, que son de rabiosa actualidad, ya que hay muchos estudios relacionados con estas cuestiones y eso hace que también sea un debate o un tema muy atractivo no solo para la comunidad científica sino para los interesados en la Prehistoria.
-Sus conferencias y cursos invitan a la democratización del público en lugar de ceñirse exclusivamente a aquellos con estudios específicos.
-Tenemos un público muy variado que va desde gente con estudios superiores a aquellos que no los tienen o que se acercan con la curiosidad de quien le interesa un tema específico. El curso se nutre de un público de una edad más avanzada que la del estudiante medio, aunque también contamos entre los asistentes con estudiantes de grado o de master. Son fundamentalmente gente que se interesa por estos temas y quiere ampliar sus conocimientos. También es verdad que planteamos el curso de una manera en la que los ponentes hablan de una forma que todos podemos entender. Hay que sacar el conocimiento de las aulas y transmitírselo a la sociedad. Nosotros impartimos una docencia veraniega, pero también se hace una labor de divulgación que es el fin último de estas iniciativas.
-Con un tema tan específico como la Prehistoria, ¿cuánto cuesta encontrar nuevas perspectivas?
-Es complicado. Nos tenemos que rebanar el seso bien a lo largo del invierno para saber qué temáticas podemos tocar y que sean atractivas. Es verdad que ahora ya estamos en disposición, después de 17 ediciones, de repetir alguna cosa, pero también es verdad que cuando tienes una sede de este estilo hay muchos matices. Es una labor complicada, pero interesante, que supone todo un reto.
Pie de foto: Igor Gutiérrez, director de la sede de Ramales de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria.