Noticias Universidad de Cantabria

Es una de las directoras de sedes de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC) más veteranas. Tras seis años al frente de la de Piélagos, y cinco en la de Torrelavega, este verano Patricia Martínez García de Leaniz ha sumado una tercera sede, la de Santa Cruz de Bezana. Haciendo malabares para conciliar su vida familiar y laboral, ha organizado una programación que, en conjunto, ha ofertado siete cursos, seis conferencias y dos jornadas. Es profesora de la Universidad de Cantabria, doctora en marketing y comportamiento del consumidor, y especializada en comercialización e investigación de mercados, con más de 30 publicaciones en revistas científicas. Conocimientos que, sin duda, han sido claves a la hora de equilibrar oferta y demanda en estos cursos.

¿Qué balance hace de los Cursos de Verano en las sedes que ha dirigido?

La actividad ha sido fructífera y estoy muy satisfecha. Han sido semanas muy intensas pero hemos logrado mantener el número de matriculados en cada uno de los cursos y en las actividades culturales gratuitas abiertas a la ciudadanía hemos tenido también cifras muy significativas, con más de un centenar de personas tanto en la sede de Torrelavega como en la de Piélagos, lo que considerando que en verano en ocasiones es difícil encontrar tiempo para seguir formándose, la respuesta y las cifras de asistencia demuestran que los cursos siguen teniendo el apoyo de la sociedad.

Tras 39 años, ya no se concibe el verano en Cantabria sin los cursos de la UC…

Efectivamente, son 39 años los que llevamos ya repartidos por toda la geografía de Cantabria y si bien su organización requiere tiempo y esfuerzo, el objetivo de estos cursos es llegar a toda la región, a todos los rincones, para tratar de desmitificar esa idea de que los Cursos de Verano de la UC se dirigen exclusivamente a alumnos universitarios. No es así. Más de la mitad de las actividades son abiertas a la ciudadanía y gratuitas, porque ése es el objetivo: que los cursos de verano lleguen a cada casa con temas que incidan en nuestra vida diaria, que nos abran el abanico de posibilidades y amplíen nuestros horizontes.

La descentralización es, precisamente, una de las señas identidad

Este año son 15 las sedes, repartidas por toda la Cantabria, y esa descentralización es el objetivo. Si durante el invierno la actividad académica se centra en Santander y Torrelavega, la idea en verano es salir y parte de la responsabilidad social de la Universidad de Cantabria es llegar a todas las personas, independientemente de su nivel educativo. Como universidad tenemos que hacer ese esfuerzo para llegar a todos aquellos que tengan alguna curiosidad.

¿Cuál es el perfil de alumnado?

Es muy variado. En ciertos cursos monográficos, si bien se matriculan estudiantes universitarios para seguir formándose, cada vez acuden más profesionales en distintos ámbitos que buscan actualizarse. Es un perfil que ha ido creciendo en los últimos años. Y en las conferencias, talleres y jornadas, el perfil es totalmente variado, es una mezcla que enriquece a la hora de generar un espacio de reflexión y debate donde se expongan libremente las opiniones. Además, varía dependiendo de la actividad o la temática. No es lo mismo un curso de nutrición que uno de robótica, por ejemplo.

¿En el diseño de la programación se consulta a los participantes?

Sí. De hecho, la actividad cultural finaliza el 28 de agosto y en diciembre ya se abre de nuevo el periodo para que las personas interesadas envíen sus propuestas. Además, en todos los cursos se realizan entre los alumnos encuestas de satisfacción y se tienen muy en cuenta sus sugerencias a la hora de detectar los intereses porque no todas las sedes son iguales.

Se trata de cursos que combinan teoría con una parte más lúdica

Estamos en verano y aunque tengamos que adquirir conocimientos, opino que se puede aprender divirtiéndose. Tanto los directores de los cursos como el profesorado siempre lo hacen de forma dinámica porque se puede aprender disfrutando en época estival.

¿Cómo se organiza la programación?

Es como un puzzle donde hay que ir encajando las piezas para que todas las sedes funcionen al año siguiente. La actividad es de junio a agosto, pero hay mucho trabajo detrás, nos reunimos muchas veces, y siempre se tienen en cuenta las demandas de los municipios y de los vecinos.

Torrelavega es una de las sedes más veteranas, que ha cumplido su 31ª edición. ¿Cómo ha funcionado?

Muy bien. Con cinco cursos, una conferencia y una jornada, han sido más de un centenar las personas que en participado. Por ejemplo, el curso de etnografía, con Carmen Olarreaga al frente, cada año se supera, planteando temáticas diferentes, y es un curso muy arraigado. Al igual que las actividades vinculadas tanto a las escuelas de energía y minas, como a la de fisioterapia de Gimbernat.

¿Y la de Piélagos, que este año ha cumplido su octava edición?

Con un curso, cuatros conferencias y una jornada, esta sede se ha consolidado ya totalmente, desarrollándose en dos espacios, en la Biblioteca Municipal Francisco Llata de Liencres y en el Centro Cultural Quijano.

Pie de foto: Patricia Martínez ha dirigido este año las sedes de Torrelavega, Piélagos y Santa Cruz de Bezana.