Investigadoras del IBBTEC diseñan un método que permitirá la modificación genética de bacterias de difícil manipulación
Se ha usado la conjugación bacteriana para enviar directamente las proteínas y no el ADN que las codifica
Investigadoras del grupo de 'Sistemas de Secreción Tipo IV Bacterianos', del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC), dirigido por la catedrática de Genética de la Universidad de Cantabria (UC),
Matxalen Llosa Blas, han creado un nuevo método que consiste en manipular la conjugación bacteriana para enviar directamente las herramientas de modificación genética CRISPR-Cas.
Se trata de “un método novedoso por usar la conjugación bacteriana para enviar directamente las proteínas, y no el ADN que las codifica", explica Llosa.
Según aclara la catedrática, “el ADN es como el manual de instrucciones que le dice a la bacteria cómo construir las tijeras moleculares (CRISPR-Cas) y cómo hacer las modificaciones genéticas. Nosotras lo que hemos hecho ha sido ver cómo se pueden utilizar esas mismas vías de enviar el ADN para enviar proteínas, con lo cual estamos enviando directamente ya las tijeras moleculares y eso evita que la bacteria que las recibe tenga que leer las instrucciones"
La ventaja es que, de este modo, se pueden enviar estas herramientas a bacterias distantes, que pueden tener códigos distintos de lectura y expresión de la información genética que les llega por conjugación. Por tanto, este sistema permitirá la modificación de bacterias de difícil manipulación, como ocurre con muchas estirpes salvajes de interés biotecnológico y biomédico.
Para realizar este trabajo científico, la investigadora del IBBTEC y primera firmante del artículo, Dolores L. Guzmán Herrador, se trasladó al
Instituto Pasteur, al laboratorio de David Bikard, experto en manejar las tijeras moleculares (los sistemas CRISPR) para unir este conocimiento a la experiencia del grupo del IBBTEC en la conjugación bacteriana (el sistema de enviar ADN y proteínas).
Una experiencia que ha hecho que el grupo que dirige Llosa esté, ahora, trabajando en nuevas líneas de investigación relacionadas con estas herramientas de modificación genética.
Además, una vez realizada la prueba de concepto, recientemente publicada en la revista científica
PNAS, “ahora estamos poniendo a punto este mismo sistema de modificación en bacterias silvestres, que son de muy difícil modificación, para demostrar que nuestra herramienta tiene aplicación para poder conseguir ciertos fines biotecnológicos o biomédicos que de otra manera no serían posibles, avanza LLosa.
Aplicaciones prácticas de la modificación de bacterias
Las aplicaciones prácticas de la modificación de bacterias son muy diversas. Según explica la catedrática de Genética “las bacterias se pueden modificar con muchos fines, desde hacer bacterias que son como pequeñas factorías que producen sustancias de interés, como pueden ser fármacos o sustancias que se utilizan en las industrias. También se pueden modificar bacterias con fines de biorremediación, para que eliminen contaminantes del medio ambiente o bacterias que produzcan energía".
Pie de foto: (de izq. a dcha.) Dolores L. Guzmán Herrador y Matxalen Llosa Blas en su laboratorio del IBBTEC