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El equipo Los Puenteros, formado por Carmen Magaldi, Víctor Galán, Emilio Sainz y Marcos López, estudiantes de cuarto curso de Ingeniería Civil de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, se ha clasificado en la cuarta posición en el II Concurso Nacional de Puentes Agustín de Betancourt, un evento que ha reunido a 12 equipos de escuelas nacionales y uno internacional, en Cartagena.

El equipo de la Escuela de Caminos y Minas de la Politécnica de Cartagena logró revalidar el primer puesto, seguido de los estudiantes de la Universidad Politécnica de Valencia, y en tercera posición, la Universidad de Sevilla, que sumó también el premio especial al mejor diseño conceptual. 

Daniel Castro, director de la Escuela cántabra, que se desplazó a Cartagena junto a los profesores Óscar Ramón Ramos y Álvaro Gaute, destacó la oportunidad “extraordinaria" que supone este tipo de certámenes, ya que más allá del carácter competitivo, “los estudiantes conocen a otros compañeros que estudian lo mismo en otras universidades, interactúan entre ellos y comparten experiencias". 

Además, ha subrayado el éxito de esta segunda edición, no solo por la calidad de las maquetas realizadas, sino también por la alta participación. En este sentido, ha explicado que, la primera edición del concurso, organizada por la Universidad de Cantabria, contó con equipos de seis escuelas, mientras que, en esta ocasión, se ha logrado duplicar esa cifra e incorporar una universidad extranjera, concretamente la de Quito.  

Según detalla Castro, los diseños fueron concebidos para un escenario real: la rambla de Benipila en Cartagena, y para ello, los participantes tuvieron que considerar algunas restricciones geométricas, impuestas ante las potenciales avenidas de agua, un factor crítico en esta zona propensa a inundaciones. 

Las especificaciones técnicas del concurso pusieron a prueba la creatividad de los futuros ingenieros. Así, señala el director de la Escuela cántabra, los puentes debían salvar una distancia de 110 centímetros, con la restricción adicional de que la altura máxima entre la cara superior del puente y su punto más bajo no podía exceder los 10 centímetros. Estas limitaciones obligaron a los estudiantes a optimizar sus diseños, buscando el equilibrio perfecto entre resistencia estructural y eficiencia en el uso de materiales. 

“Con este concurso no solo se destaca la importancia de la ingeniería en la resolución de desafíos de las infraestructuras civiles, sino que también prepara a los estudiantes para enfrentar problemas reales de diseño y construcción en su futura carrera profesional", ha aseverado Castro. 

Por último, el director de la ETS ha agradecido la colaboración del Colegio nacional de Caminos, Canales y Puertos, que financia parte del concurso en su fase nacional, la de la Demarcación en Cantabria, que ha sufragado el viaje de la delegación cántabra, así como a la Fundación Leonardo Torres Quevedo, las empresas Oramos Ingeniería, DINGEMAS, la Cátedra Arenas, la Cátedra Ingecid Innova y el Grupo de Investigación GITECO por su patrocinio de la fase local, y a la Consejería de Fomento, Vivienda, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria por auspiciar los premios en la fase local. 

La edición de 2026 se celebrará en la Universidad Politécnica de Valencia. 

Pie de foto: Distintos momentos del Concurso Nacional de Puentes, celebrado en Cartagena.