Abstract: Desde hace tres décadas, diversas instituciones han ido introduciendo equipamientos culturales en edificios situados en el frente marítimo de Santander: la sala de exposiciones del Palacete del Embarcadero (1985), el Centro de Arte Faro de Cabo Mayor (2006), la Biblioteca Central de Cantabria (2010), el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (2013) o el Centro Botín (2017). Ese proceso culmina en la actualidad con la cascada de proyectos culturales distribuidos en torno al proyectado Anillo Cultural de Santander, con el centro asociado del Museo Reina Sofía/Archivo Lafuente, la Colección ENAIRE, el proyecto cultural de La Florida (que incluye la rehabilitación de la Biblioteca de Menéndez Pelayo y del Museo de Arte Moderno y Contemporáneo), la nueva sede del Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria o el Proyecto Pereda para la colección del Banco Santander. Equipamientos culturales que han convocado a algunos de los arquitectos más relevantes del panorama nacional e internacional, desde Renzo Piano a David Chipperfield, en el mayor proyecto de regeneración urbana para la ciudad desde la reordenación surgida del incendio de 1941.

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