Abstract: El complejo kárstico de Armintxe se encuentra en el sector meridional de la plataforma calcárea de Lekeitio, dominada por los montes Otoio, al NO, y Lumentza al SE. Su nivel de base está definido por el estuario del río Lea y el mar. Esta plataforma, forma parte de los relieves adaptados a las estructuras geológicas del Arco Vasco que, en este sector, siguen un rumbo NO-SE. El desarrollo del karst en este complejo calcáreo está, a su vez, muy controlado por una red de fracturación ortogonal que define tres bloques escalonados, a partir de fracturas NE-SO, Otoio, Talaie y la plataforma de Lekeitio. Estos bloques están limitados por fracturas NO-SE, como la seguida al sur de ellos por la vaguada de Mandaska-Larrotegi y, al norte, por la línea de costa. La plataforma de Lekeitio tiene un relieve de detalle muy irregular por sus múltiples depresiones cerradas y cerros cónicos, y sobre él se ha desarrollado la urbanización del núcleo. El trazado de la cueva de Armintxe en la plataforma de Lekeitio es estructural (NO-SE), con un desarrollo horizontal de unos 300 m paralelo a la vaguada de Larrotegi. Sus paredes y bóvedas son de calizas detríticas, bioclásticas de grano grueso, que contrastan con las calizas suprayacentes, más compactas, homogéneas y cristalinas, de textura menos granuda, más próximas a las que componen buena parte de las cuevas y abrigos cantábricos. Esta textura granuda ha facilitado el ataque erosivo en el contacto entre granos y matriz. Su meteorización dejó en resalte los granos, que terminan desprendiéndose dejando un pequeño hueco. Este hecho, generalizado de manera repetitiva en el interior de la cavidad, ha proporcionado un aspecto peculiar a sus paredes y bóvedas a causa de la meteorización. Los paneles se ofrecen con un detalle en extremo rugoso y oqueroso, en el que se repiten densamente huecos de tamaño centimétrico. La rugosidad de la roca meteorizada ha condicionado con certeza el grabado de las paredes. La reconstrucción de los niveles marinos que diferentes autores han realizado sobre la costa cantábrica nos permite deducir que hace unos 15.500 años el nivel del mar podría encontrarse entre unos 90 y 100 m por debajo del nivel actual. La línea de costa de entonces se encontraba
a unos 5 km de la actual y, frente a ella, se situaba una isla de escasa altitud, alineada de modo paralelo a la costa con una anchura próxima a la decena de kilómetros. Ya en el Holoceno, es cuando comienzan los fondos fluviales del litoral actual a tener un relleno importante, con intenso predominio de los materiales más finos.
Fuente: Kobie. Bai, 2019-2020, 8, 129-144
Editorial: Bizkaiko Foru Aldundia
Año de publicación: 2019
Nº de páginas: 16
Tipo de publicación: Artículo de Revista
ISSN: 2341-3689,0214-7971