Abstract: La crisis sanitaria ha impulsado el comercio electrónico, en general, y los servicios de la sociedad
de la información, en particular. Esta explosión del mundo digital hace necesario evaluar si las herramientas
legales actuales se ajustan a la evolución del mercado digital. Tras un repaso al agitado marco normativo de
los servicios en línea y una identificación de los agentes que intervienen en las transacciones telemáticas, la
autora se centra en una de las piezas claves en el desarrollo del sector y el surgimiento de nuevos modelos
de negocio: la responsabilidad contractual de los prestadores de servicios en línea. Entre ellos se encuentran
los suministradores de contenidos y servicios digitales, ya actúen éstos como socio contractual directo del
destinatario del servicio electrónico o como prestador de servicios de intermediación, pero también ha de
atenderse a la situación de determinados profesionales y empresarios, que prestan servicios en línea, pero no
se encuentran incluidos en el ámbito de aplicación de la Directiva 2019/770.