Abstract: La expresión «trabajo decente» ha venido a adquirir protagonismo frente a la referencia a los derechos humanos laborales, participando de un núcleo común y demandando posiblemente una labor de depuración terminológica. Más allá de estas expresiones, es evidente la existencia de estratos o niveles laborales diferenciados con cierta correspondencia, entre otros elementos, con áreas geográficas a nivel mundial. Unas diferencias dinámicas que generan un mundo que a modo de superficie basculante determina unos flujos económicos, una ágil dinámica empresarial, y una más compleja y lenta dinámica jurídica para equilibrar, alcanzar y reconducir aquélla. Aquellos conceptos, la globalización y algunos de sus elementos como las cadenas mundiales de suministro o las Zonas Francas Industriales, y los más importantes Mecanismos normativos internacionalmente diseñados para acompasar mejoras económica y social, son objeto de análisis en la presente reflexión que toma como elementos de referencia insoslayables las Declaraciones de la OIT relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y sobre la Justicia Social para una Globalización Equitativa, los Principios Ruggie y, en la UE, la normativa sobre el informe extra financiero y los tratados de inversión objeto de negociación con Canadá y Estados Unidos.

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