El océano ocupa más del 70% de la superficie de nuestro planeta, sin embargo, a pesar de ser un medio imprescindible para la regulación del clima, albergar una biodiversidad única y aportar alimentos a una gran parte de la humanidad, es un entorno del que todavía nos queda mucho por descubrir.
Sumérgete a grandes profundidades, en la más completa oscuridad y conoce los últimos avances en reconstrucción 3D del fondo oceánico y sus peculiares habitantes.
- ¿Cuánto miden los ejemplares que conforman un bosque de coral que habita a casi 1000 metros de profundidad?
- ¿Cuántos años vive una extraña esponja en forma de copa que puede alcanzar el metro de altura y que contiene en su cuerpo millones de bacterias?
Estas y otras preguntas son a las que intenta dar respuesta este trabajo de investigación y para ello nada mejor que traer el fondo marino a nuestras pantallas y, proyectarlo frente a nuestros ojos para poder estudiarlo con total precisión.
Los vehículos submarinos tripulados de forma remota transportan cámaras y sistemas de iluminación que captan imágenes de ecosistemas prácticamente inexplorados. Pero es importante analizar esas imágenes de manera que aporten datos fiables y precisos de los organismos que habitan esos fondos. El boom del uso masivo de datos en forma de imagen ha empujado el desarrollo de numerosas herramientas avanzadas para su tratamiento como la inteligencia artificial, la reconstrucción 3D y la realidad virtual.
Entonces, ¿por qué no utilizar todos estos avances para el estudio de los organismos que habitan fondos profundos?

Hasta ahora era prácticamente imposible medir las tallas de ejemplares de coral y esponjas que habitan fuera del alcance del buceo si no se realizaba una extracción de los mismos, provocando daños irreparables en unas poblaciones que ya de por sí viven en un frágil equilibrio con su entorno. Es evidente que los muestreos destructivos deben abandonarse y avanzar en el uso de réplicas del medio.
En este estudio se realizan reconstrucciones 3D de fondos oceánicos a partir de imágenes captadas a gran profundidad.
Esto nos permite medir especies, hacer seguimientos poblacionales, estimar edades de ejemplares y estudiar sus distribuciones geográficas a una resolución centimétrica.
Además se están aplicando algoritmos de inteligencia artificial para el etiquetado automático de especies en imágenes consiguiendo analizar cientos de horas de video sin la intervención de expertos biólogos, que ahora pueden enfocar su trabajo exclusivamente al entrenamiento de estas redes neuronales.
En este trabajo de investigación desarrollado bajo la co-dirección del Instituto Español de Oceanografía y el Grupo de Ingeniería Fotónica de la Universidad de Cantabria y dentro del Programa de Doctorado del Instituto de Hidráulica se está consiguiendo mejorar en el conocimiento de organismos vulnerables singulares de hábitats profundos y ¡ah! todos ellos habitan a pocas millas de nuestra costa cantábrica.