Evaluación de impactos costeros derivados del cambio climático

Ir a la web de unican | Unidad de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+I)
Moisés Álvarez Cuesta

Investigador predoctoral de la UC

Programa de Doctorado: Doctorado en Ingeniería y Arquitectura

Director del Proyecto de Investigación Doctoral: 
Íñigo J. Losada y Alexandra Toimil

Contacto: moises.alvarezcuesta@unican.es

Redes sociales: Facebook

PROYECTO DE DOCTORADO:

EVALUACIÓN DE IMPACTOS COSTEROS DERIVADOS DEL CAMBIO CLIMÁTICO


¿Qué pensarías si te digo que las playas están en riesgo de desaparecer en un futuro cercano? 

Si eres de los que veranea en ese pueblín costero o te gusta el surf, la pesca o simplemente dar un paseo por la arena, seguramente esta noticia te impactará. 

Si eres de los que prefiere la montaña, quizá caigas en la tentación de pensar que este hecho no cambiará tu vida. 

Normalmente, asociamos las playas únicamente a su valor de recreación, el cual no es baladí, puesto que es España representa 145.000M€ anuales, o lo que es lo mismo, el 11% del PIB.

Sin embargo, las playas son mucho más que el lugar en el que nos divertimos, pues constituyen la primera defensa natural frente a inundaciones. 

Gracias a las playas, el oleaje rompe, disipando su energía y perdiendo su poder de inundar. Las playas, por tanto, tienen un valor de protección, menos evidente que su valor recreacional, pero sumamente importante para los que viven a su abrigo, que somos más o menos la mitad de los habitantes del planeta. 


Las principales amenazas de las zonas costeras son la erosión y la inundación, que hacen que en Europa gastemos unos 8.000M€ anuales en protegernos y en reparar los daños causados por temporales. 


Pese a ello, las proyecciones de población apuntan a que, en el 2050, siete de cada diez personas vivirán en zonas costeras.

Lo que tiene sentido debido, entre otros, a la implantación de la cultura del teletrabajo y a la pérdida de confort en las zonas interiores por el aumento de la temperatura media global. Llegados a este punto, espero que, si eres de los que pensaba que la desaparición de las playas no iba a cambiar tu vida, tu impresión haya cambiado. 

El cambio climático alterará el oleaje y el nivel del mar, como consecuencia, los episodios de erosión y de inundación serán más frecuentes y de mayor intensidad. Además, estos dos fenómenos se retroalimentan, puesto que, si las playas se erosionan, pierden capacidad de protección frente a inundaciones.

Para poder anticiparnos a estos impactos en el futuro, es crucial entender cómo se producen y las consecuencias que conllevan. 

Las preguntas a las que se enfrenta esta investigación son: 

  • ¿Cuál será la evolución de un tramo de costa para un horizonte temporal y un escenario de emisiones determinado? 
  • ¿Cuáles serán los retrocesos de largo plazo inducidos por el aumento del nivel medio del mar? 
  • ¿Qué playas pueden desaparecer de forma permanente si no se implementan medidas de adaptación? 
  • ¿Cómo se van a modificar la intensidad y frecuencia de eventos extremos de erosión e inundación? ¿Cuál es el efecto de la erosión sobre la inundación de la costa? 
  • ¿Cuáles son las estrategias de adaptación posibles ante diferentes escenarios y cuál sería la respuesta de la costa en caso de ser implementadas? 

Para buscar respuestas, hemos desarrollado una metodología pionera que integra el modelado acoplado de la erosión y la inundación en la escala temporal del cambio climático. 

Uno de los puntos fuertes de la metodología es un modelo de erosión, aplicable a una playa o a una región, que se alimenta del oleaje y niveles presentes y futuros inciertos, incorpora los procesos físicos relevantes, los efectos de la intervenciones humanas y observaciones para mejorar sus predicciones. 

El modelo da como resultado la evolución temporal de la posición de la línea de costa, que sirve de base para la reconstrucción de la morfología litoral futura. 

A continuación, estudiamos las inundaciones extremas del futuro, teniendo en cuenta los cambios en el oleaje y en el nivel del mar, y considerando la erosión del futuro. 

De esta forma, conseguimos integrar la pérdida de la capacidad de protección de la playa, en el análisis de inundaciones. Las herramientas que hemos desarrollado mejoran dos aspectos fundamentales para la gestión de la costa:

  1. Por un lado, la evaluación de riesgos, que permite detectar las zonas costeras más vulnerables y su priorización.
  2. Por otro lado, el planteamiento de estrategias de adaptación para conservar los servicios que actualmente proporcionan las playas.