Alberto González González
Investigador predoctoral de la UC
Programa de Doctorado: Doctorado en Biología Molecular y Biomedicina
Rama del conocimiento: Ciencias de la salud
Directores del Proyecto de Investigación Doctoral:
José Carlos Rdoríguez Rey y Flor María Pérez Campo
Contacto: glezgleza@unican.es
| |
PROYECTO DE DOCTORADO:
DESCIFRANDO MENSAJES CONTRA LA OSTEOPOROSIS
La
osteoporosis es la enfermedad de los huesos más frecuente a nivel mundial, y ya es catalogada como epidemia por muchos científicos. Se trata de una alteración que reduce progresivamente la masa y la fuerza que son capaces de soportar nuestros huesos. Como consecuencia de esto, se producen fracturas osteoporóticas, que tienen un gran impacto en la calidad de vida e independencia de las personas que la sufren. A nivel económico, sólo el tratamiento de esta enfermedad supone en España un 2,8% del gasto sanitario. La osteoporosis afecta sobre todo a personas mayores de 65 años, principalmente mujeres, y debido al aumento progresivo de la esperanza de vida, las previsiones indican que se producirá un crecimiento de las fracturas osteoporóticas del 85% en los próximos años.

¿No hay ya medicamentos contra la osteoporosis?
Sí. Sin embargo, los medicamentos actuales tienen ciertas limitaciones, además de efectos secundarios a largo plazo, lo cual es un verdadero problema al tratarse de una enfermedad que, al ser crónica, requiere tratamiento continuo.
¿Cómo resolvemos el problema?
Desde hace unos años, los investigadores decidieron centrar sus esfuerzos en las llamadas
células madre mesenquimales (CMM). Estas células se encuentran en la médula ósea, es decir, en el interior del hueso, y son las encargadas de formar hueso nuevo cada día. Así es, el hueso es un órgano dinámico que está constantemente destruyéndose y formándose de nuevo para mantenerse sano. Son precisamente estas células las que se encuentran alteradas en la osteoporosis. En estos estudios, se introducían CMM sanas en huesos osteoporóticos para resolver el problema, y esto reveló algo sorprendente: no eran las células sanas las responsables directas de la mayor parte de la formación de hueso, si no que éstas mandaban mensajes o señales, en forma de proteínas y otros componentes, a las células que ya residían en el hueso para que fueran ellas lo hiciesen.
De esta forma, se empezó a prestar especial atención a la comunicación entre células como un factor esencial en la formación de hueso. Es así como se abre la puerta a mi proyecto actual, que consiste en aislar CMM y, utilizando las técnicas de cultivo celular actuales, exponerlas a diversos estímulos (moléculas bioactivas, alteraciones en la expresión de genes...) en busca de aquellos que hagan que las células emitan un mensaje de formación de hueso más potente o "reforzado".
Encontrar los estímulos adecuados, aislar esos mensajes o señales resultantes y estudiar sus componentes puede ser el primer paso para obtener un medicamento que prevenga o incluso revierta los síntomas principales asociados a la osteoporosis.