“Los fármacos para tratar el cáncer pueden dar toxicidad cardiaca, por eso se deben controlar de forma coordinada”, Ana de Juan (HUMV)
Ante los posibles efectos secundarios de los tratamientos utilizados en oncología, suele haber alternativas terapéuticas para prevenirlas
Actualización en la práctica clínica a personas con enfermedades cardiovasculares es el título del curso de verano de la Universidad de Cantabria (UC) que, por dieciseisava edición, ha reunido en Laredo a un potente grupo de profesionales médicos para abordar los problemas del corazón. Bajo la dirección de la profesora Ana Rosa Alconero y la enfermera intensivista Isabel Ibáñez, los sanitarios han revisado y profundizado en las últimas novedades sobre los factores de riesgo cardiovascular que alteran la salud de la población.
Durante una de las sesiones de este monográfico, la oncóloga Ana de Juan Ferre, médica adjuntan del Hospital Universitario Marqués de Valdecila (HUMV), ha abordado el tema cuando el cáncer golpea el corazón. Allí, la especialista ha explicado que la forma más frecuente en la que puede afectar esta enfermedad a las patologías cardiovasculares está relacionada con los tratamientos curativos o paliativos.
“Los fármacos pueden dar toxicidad cardiaca en forma de arritmias, insuficiencia cardiaca o hipertensión. Es importante reconocer los factores predisponentes de los pacientes, establecer el riesgo cardiovascular de los diferentes tratamientos oncológicos y así controlar sus posibles toxicidades durante y después del tratamiento para minimizar los efectos a largo plazo", ha explicado la oncóloga que ha recordado que, recientemente, se han creado en el HUMV equipos coordinados cardio-oncología para el control de la enfermedad cardiovascular en el paciente oncológico.
Además, como explica la doctora, hay factores de riesgo que son comunes en la enfermedad cardiovascular y en el cáncer y mejorar el estilo de vida, controlar la diabetes, la hipertensión, la hipercolesterolemia, etc. Puede disminuir la toxicidad cardiaca y, de esta forma, mejorar la morbimortalidad.
MINIMIZAR RIESGOS
Según Ana de Juan, el propio paciente tiene un papel fundamental para minimizar este riesgo cardiovascular evitando sedentarismo, potenciando ejercicio físico, dejando de fumar, moderando el consumo de alcohol, etc. Recomendaciones de sobra conocidas por la sociedad general que no siempre está suficientemente concienciada al respecto.
“Tanto el paciente sano como el paciente con cáncer que requiere tratamientos tiene que llevarlo a cabo", ha comentado la médica respecto a las pautas para llevar una vida más saludable. Entre estas pautas están no fumar, no beber en exceso, no tener sobrepeso y llevar una dieta baja en grasas.
CORAZÓN Y CÁNCER
Ante los posibles efectos secundarios de los tratamientos utilizados en oncología sobre el sistema cardiovascular, la doctora señala que suele haber alternativas terapéuticas que pueden evitar la toxicidad cardiaca o prevenirla con protectores o antihipertensivos para que los pacientes puedan recibir un tratamiento óptimo.
En cuanto a la actitud del paciente a la hora de enfrentarse a un tratamiento oncológico, Ana de Juan no olvida que el cáncer golpea al corazón también a nivel emocional: “Cómo afrontes cualquier aspecto relacionado con la enfermedad y su tratamiento es importante" y, aunque no hay manera de medirlo, “la actitud seguramente no sólo te ayude a ti, sino también a tu familia, a tus amigos y a todo tu entorno".
PIE DE FOTO. La profesora y directora del curso de verano de la UC Ana Rosa Alconero (izquierda) y la oncóloga Ana de Juan Ferre, médica adjuntan del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (HUMV), durante un receso de Actualización en la práctica clínica a personas con enfermedades cardiovasculares.
