Abstract: España es un país en continua búsqueda de la autosuficiencia en trasplante. En un entorno cambiante, con
un progresivo descenso en la incidencia de muerte encefálica, el sistema ha sido capaz de desarrollar una
extraordinaria actividad trasplantadora. Esta, sin embargo, no es la realidad objetivada en el ámbito del
trasplante cardiaco, cuya actividad no cubre satisfactoriamente la necesidad de trasplante de nuestra
población. A pesar de las evidentes dificultades, existe margen de mejora en cuanto a la disponibilidad de
corazones para trasplante y su grado de utilización clínica. Es necesario un abordaje multidisciplinario a
través de una serie de estrategias que se analizan en este artículo desde la perspectiva de la donación,
la distribución de órganos y la del equipo trasplantador. La utilización de corazones de donantes en asistolia
y el uso de dispositivos de perfusión cardiaca ex situ constituyen líneas de futuro para paliar la demanda
insatisfecha de trasplante cardiaco.