Abstract: Antecedentes: La preeclampsia (PE) es un trastorno hipertensivo del embarazo asociado a una elevada morbimortalidad materna y fetal, y un mayor riesgo futuro de complicaciones cardiovasculares.
Objetivo: Analizar si las mujeres que han tenido PE grave en su embarazo presentan parámetros de rigidez arterial (RA) superiores a las de aquellas cuya PE cursó sin signos de gravedad.
Métodos: Se evaluaron 65 mujeres que habían desarrollado PE durante su gestación, divididas en 2 grupos: grupo de PE sin criterios de gravedad o PE no grave (n = 30) y grupo de PE con criterios de gravedad o PE grave (n = 35). Se determinó la velocidad de onda de pulso carótida-femoral (VOPcf), el índice de aumento central normalizado a 75 latidos por minuto (IAc75) y presión de aumento central (PAc) al mes y a los 6 meses posparto. La comparación de proporciones se llevó a cabo mediante la prueba de Chi-cuadrado, la comparación de medias entre grupos se utilizaron la prueba t de Student o la prueba de Mann-Whitney, y la comparación de medias de un mismo grupo en momentos evolutivos diferentes, la prueba t para o el test de Wilcoxon. La correlación, con y entre parámetros hemodinámicos, se llevó a cabo con el coeficiente de correlación de Spearman y la asociación entre variables demográficas, antecedentes personales y parámetros hemodinámicos, y valores alterados de RA se llevó a cabo mediante modelos de regresión lineal y logística.
Resultados: Las mujeres con PE grave presentaban, al mes y a los 6 meses posparto, valores de presión arterial, tanto central como periférica, así como parámetros de RA y amplificación de pulso, superiores a aquellas mujeres cuya PE no revistió gravedad. Los valores del índice de aumento central (IAc) al mes y a los 6 meses posparto fueron superiores, aunque no de forma significativa, en el grupo de PE grave respecto al grupo de PE no grave (24,0 [16,5-34,3] vs. 19,0% [14-29] y 24,0 [14,0-30,0] vs. 20,0% [12,3-26,8], respectivamente). La velocidad onda de pulso carótida-femoral (VOPcf) fue superior de forma significativa, tanto al mes como a los 6 meses posparto en el grupo de PE grave respecto al grupo de PE no grave (10,2 [8,8-10,7] vs. 8,8 m/s [8,3-9,6] y 10,0 [8,8-10,6] vs. 8,8 m/s [8,3-9,3], respectivamente). La amplificación de la presión sistólica central y de la presión de pulso central fueron también superiores, aunque no de forma significativa, en el grupo de PE grave respecto al de PE no grave.
Conclusión: Las mujeres que han tenido PE grave presentan parámetros de RA más acusados que los de aquellas en las que la PE no revistió especial gravedad. Debiera evaluarse la conveniencia de incluir de forma rutinaria entre las mujeres que han tenido PE la determinación del IAc y especialmente la VOPcf, como estrategia de evaluación del riesgo cardiovascular.