La apertura de la actividad científica a la participación social y ciudadana es un factor o criterio de valoración cada vez más importante, teniendo en cuenta los importantes recursos económicos que la sociedad destina a investigación y tecnología y la importancia que éstas tienen para el desarrollo económico, el bienestar social, la sostenibilidad ambiental y tantos otros aspectos.
Hay una serie de dimensiones o aspectos que consideran en este terreno, que se pueden argumentar o que se van a examinar al evaluar la tarea y los resultados de investigación. Por tanto, planificar y documentar adecuadamente todas estas actuaciones es aconsejable. Obviamente, muchas de ellas dejan un rastro en internet y en buscadores y bases de datos que se pueden consultar al preparar informes, curriculos y propuestas en convocatorias, pero no todas, no siempre.
Implicación de la ciudadanía o de sectores sociales interesados o afectados en la determinación de los fines y objetivos de los proyectos de investigación.
Realización de investigación dentro de los programas y estrategias establecidos por agencias de financiación pública de I+D+i según prioridades sociales.
Participación de personas ajenas al mundo académico en tareas de investigación para aportar observaciones, comprobación o interpretación de datos, apoyo en el perfeccionamiento de métodos de trabajo, etc. mediante sistemas de crowdsourcing dentro de lo que se conoce como ciencia ciudadana.
Actividades de difusión social de los resultados de la investigación entre profesionales, sectores sociales interesados o afectados, y entre públicos generales, etc. Todo lo que contribuya a mejorar la cultura científica de la población y a facilitar la transferencia de conocimiento útil a la sociedad.
Realización de publicaciones de divulgación o participación en eventos de divulgación, como ferias, semanas, jornadas, reuniones, etc.