Ana Maria Costa
Investigadora predoctoral de la UC
Programa de Doctorado: Doctorado Arqueología Prehistórica
Rama del conocimiento: Geoarqueología
Director del Proyecto de Investigación Doctoral:
Contacto: ana-maria.caixado-novo@alumnos.unican.es
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PROYECTO DE DOCTORADO:
PAISAJES PERDIDOS: LOS ÚLTIMOS CAZADORES DEL SUDOESTE (SO) IBÉRICO
La Tierra es un planeta dinámico.
Su clima, ambientes y paisajes cambian
constantemente, y también las respuestas culturales. Hoy en día, el cambio
climático es una de las principales preocupaciones de la sociedad: el nivel del
mar sube, las tormentas siguen patrones inusuales, la temperatura global
aumenta...
Científicos de todo el mundo colaboran en la búsqueda de respuestas
a esos cambios y de maneras de incrementar la resiliencia de las sociedades.
Pero ya hubo cambios climáticos en otras épocas del pasado.
¿Cómo se las
arreglaron nuestros antepasados?
Mi investigación pretender reconstruir los ambientes perdidos del valle del Sado
(sur de Portugal), ocupados por las últimas comunidades de cazadores recolectores del Mesolítico (~6400-5000 cal BC), grupos que explotaban los
recursos marinos del estuario de este río.
Las conchas de almejas y berberechos,
especies que toleran bajas salinidades y que aún hoy en día habitan el estuario
del Sado, constituyen la mayor parte del contenido arqueológico de los
yacimientos mesolíticos de la zona. Estos se ubican por lo general en alturas que
dominan el valle (~40m de altura), a una distancia de metros a kilómetros del
antiguo estuario, lo que refleja la importancia de los bivalvos para estos grupos.
En esa época, debido principalmente al calentamiento climático global, el nivel
del mar subía rápidamente, inundando las zonas del valle donde se identificaron
la mayoría de los sitios.
Trabajos recientes estiman que el nivel del mar subió ~10m durante el
Mesolítico final.
Debido a las inundaciones y a la sedimentación, los márgenes del
estuario cambiaban constantemente y con ello las áreas disponibles para la
explotación de los recursos. Aun así, estas comunidades mantuvieron sus formas
de vida durante más de 1000 años, lo que refleja su resiliencia frente a los
cambios ambientales. Y siguieron haciéndolo, al menos hasta la llegada de los
campesinos del Neolítico, con sus nuevas respuestas culturales.
Mi trabajo consiste en:
- dibujar la morfología del paleovalle a través de los análisis
de datos geofísicos recuperados en el canal del Sado
- la caracterización de
las condiciones paleoambientales y sus cambios a través del tiempo mediante el
análisis de la composición sedimentaria y geoquímica de los sedimentos.
Los
resultados preliminares indican la prevalencia de condiciones estuarinas en la
zona hasta hace ~4000 años, con mayor influencia marina durante el Mesolítico
final. Los ambientes fluviales se desarrollaron esencialmente a partir de esa
fecha.
Actualmente, la gran extensión de cultivos de arroz en los márgenes del
Sado muestra que la zona todavía tiene mucho que ofrecer a nuestras
sociedades.
El conocimiento generado a través de este trabajo ayudará a comprender mejor
las relaciones de los últimos cazadores Ibéricos con su entorno, sus adaptaciones
a los cambios medioambientales, y confiamos en que contribuya también a la
construcción de nuevas soluciones para el futuro.