La conferencia 'Padres, hijos y viceversa' que el juez de menores de Granada Emilio Calatayud impartió el pasado sábado, llenó por completo el aforo del Salón de Actos del Paraninfo de la Universidad de Cantabria. El acto fue convocado por el Área de Igualdad y Política Social del Vicerrectorado de Cultura, Participación y Difusión de la UC junto con la Asociación Cántabra de Ayuda al Toxicómano (ACAT).
La vicerrectora de Cultura, Participación y Difusión, Elena Martín Latorre, tomó la palabra en el acto para dar la bienvenida a los asistentes y agradecer a la presidenta de ACAT, Gema Solís, la propuesta de esta actividad, que "consideramos del mayor interés, al tiempo que encaja a la perfección en la Política Social de la Universidad de Cantabria".
"En la Universidad tenemos unos trece mil estudiantes, trece mil jóvenes detrás de los cuales pueden ustedes hacer el cálculo de las familias, de los 'padres y madres' que hay. Pero no se ha tratado solo de una cuestión de política social interna, sino de un ejercicio de Responsabilidad Social Universitaria, dirigido al conjunto de la población", añadió la vicerrectora.
En este sentido, Martín Latorre destacó la trayectoria de ACAT por "el trabajo que vienen realizando con esos colectivos a los que la sociedad generalizadamente no entiende, con frecuencia rechaza o margina, y no apoya de forma suficiente en sus necesidades".
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Emilio Calatayud es abogado y escritor. Cuando tenía trece años su padre le internó en un colegio con fama de estricto, experiencia que le marcó profundamente y orientó su futura especialización profesional como juez de menores, destino que ejerce en Granada desde finales de los años 80. Es famoso por aplicar sentencias curiosas basadas en la educación más que en el mero castigo, muchas de las cuales recopiló en su libro 'Mis sentencias ejemplares' (2008).